México debe proteger a los periodistas amenazados
La organización Reporteros Sin Fronteras publicó el 23 de mayo un comunicado expresando su preocupación por las amenazas que recibió el periodista Gustavo Sánchez Cabrera, director general del portal de noticias La Policiaca del Istmo, que se edita en Salina Cruz, Oaxaca, por parte de personas que al parecer pertenecen al crimen organizado. El periodista es hostigado desde hace varios meses, sin que las autoridades hagan nada al respecto.
En la ciudad de México, Marta Durán de Huerta, corresponsal de Radio Nederland en México, también se encuentra en peligro. Recibió amenazas de muerte por teléfono el 13 de mayo 2014, probablemente vinculadas con su trabajo periodístico.
Ambos periodistas presentaron denuncias ante las autoridades. Gustavo Sánchez Cabrera acudió a la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la Procuraduría General de la República. Marta Durán de Huerta presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y espera poder ratificar su denuncia ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. Hasta la fecha no se ha profundizado en las investigaciones ni se les ha otorgado ninguna medida cautelar.
“Pedimos a las autoridades que ofrezcan medidas de protección a Gustavo Sánchez Cabrera y a Marta Durán de Huerta lo antes posible, señaló Camille Soulier, responsable del Despacho Américas de Reporteros sin Fronteras. “El gobierno de Enrique Peña Nieto debe cumplir con los compromisos expresados al Secretario General de Reporteros sin Fronteras, Christophe Deloire, durante su visita oficial a México en abril pasado, otorgando medidas de protección concretas a los periodistas que las solicitan”, agregó.
El 5 de mayo sujetos vestidos de negro y encapuchados, que circulaban a bordo de una camioneta, interceptaron a Gustavo Sánchez Cabrera y lo amenazaron de muerte. Días antes de esta amenaza directa, el periodista recibió una llamada telefónica de una persona que no se identificó y que le dijo: “te tenemos ubicado, te vamos a matar”. Ese mismo día una camioneta roja con vidrios opacos pasó cuatro veces frente al domicilio del comunicador. Sin embargo, no se pudo identificar de quién se trataba.
Además de estas amenazas, hace algunos meses el periodista también fue víctima de amenazas. El 10 de marzo recibió una llamada telefónica durante la transmisión del noticiero «Línea Abierta» de una persona que le dijo que lo tenía ubicado para asesinarlo y después colgó. En 2013 el periodista también fue amenazado de por un expolicía de tránsito. El agente había sido destituido por actos de corrupción que el comunicador había denunciado en sus notas informativas. Los hechos recientes obligaron al periodista a ocultarse en otro lugar del país, donde se encuentra actualmente.
La periodista Marta Duran señaló a Reporteros sin Fronteras que las amenazas en su contra podrían estar relacionadas con sus actividades recientes, como el apoyo que ha dado a la madre de Hester Suzanne Van Nierop, una joven holandesa asesinada en Ciudad Juárez en 1998, quien el 6 de mayo pasado presentó el libro Un grito de socorro desde Juárez, o como un reportaje publicado en Radio Nederland en marzo de 2014, titulado Los Vallarta y el montaje calderonista, entre otros reportajes sobre el cartel de los Zetas. La periodista ha tomado sus propias medidas de seguridad, pero espera que las autoridades capitalinas o federales le brinden la orientación y protección necesarias.
México, un país azotado por la violencia del crimen organizado, es uno de los lugares más peligrosos para el ejercicio del periodismo con al menos 87 informadores asesinados desde el año 2000, crímenes que siguen casi todos impunes.