Médicos brasileños tildan de esclavos a sus colegas de Cuba

La llegada de cientos de médicos cubanos invitados por la presidenta Dilma Rousseff, provoca fuertes reacciones en Brasil. Una parte del sector médico se opone enérgicamente.

Ante el edificio del parlamento en Brasilia. (c) K. Ratering Arntz
Ante el edificio del parlamento en Brasilia. (c) K. Ratering Arntz

¡Esclavos! ¡Aficionados! Son algunos de los improperios que el primer grupo de 70 médicos cubanos tuvo que soportar recientemente durante el primer día de capacitación en la ciudad de Fortaleza. Los gritos de los aproximadamente 50 médicos y demás personal sanitario brasileño a la salida del centro de capacitación no dejaron ningún lugar a duda. Ellos temen que la llegada de los cubanos empeore la calidad del cuidado médico en Brasil.

‘Propagandistas’
La llegada de los médicos cubanos se produce a raíz de las masivas manifestaciones en todas las grandes ciudades de Brasil, el pasado mes de junio. Una de los aspectos de las amplias protestas fue el mal estado en que se encuentra el la sanidad pública, mientras que la privada es excelente y muy costosa para el ciudadano común. Sin embargo, la mayoría de la población tiene que hacer uso de clínicas y hospitales públicos que carecen de personal. Sólo idealistas y estudiantes están dispuestos a trabajar durante un período breve en las difíciles condiciones laborales que rigen en el sector público.

La presidenta Dilma se sintió personalmente aludida por la protesta y prometió buscar a corto plazo 4.000 médicos en el extranjero para resolver los problemas más acuciantes. La mayoría de esos médicos proviene de Cuba, que dispone de un superávit de personal médico muy capacitado, y que desde hace decenios ayuda a resolver problemas en países amigos en América Latina y África. Brasileños conservadores señalan que de esta manera Cuba espera difundir la ideología comunista y que los que llegan no son médicos sino propagandistas profesionales.

‘Mercenarios’
Los médicos procedentes de la isla de Castro tienen entre 40 y 50 años de edad y gozan de una amplia experiencia internacional. A su llegada a Brasil declararon que habían venido en solidaridad con los brasileños, no para ganar dinero. En Brasil un médico extranjero gana aproximadamente 3.500 euros al mes. En el caso de los cubanos ese dinero va directamente al gobierno de La Habana, de allí que se les tache de ‘esclavos’.

El diario Folha de Sao Paulo le preguntó a un médico cubano su reacción a esa acusación. “No somos esclavos”, respondió tranquilamente el hombre de raza negra. “Los médicos brasileños deberían hacer lo mismo: ir a las regiones más pobres y prestar ayuda”.

Ese primer día los médicos brasileños en protesta se vieron enfrentados a una manifestación de amigos de Cuba que acusaban a los médicos ser ‘mercenarios del capitalismo’. La policía tuvo que separar los dos grupos. En Brasil hay un grupo grande de activistas pro Cuba, que hace unos meses se manifestaron en dos ciudades brasileñas e impidieron que la bloguera cubana Yoani Sánchez hablara sobre la libertad de expresión.

Elecciones
El gobierno brasileño califica las protestas contra los cubanos de ‘xenofobia’ y anunció que continuará con el programa Más Médicos, que pretende crear 15.000 funciones para personal médico en 700 municipios que en estos momentos carecen de cualquier cuidado médico. Se trata sobre todo de lugares en el interior del país, especialmente la Amazonía y en las favelas de las grandes ciudades en el noreste de Brasil. La oposición acusa a la presidenta de intentar ganar el voto de los pobres para las elecciones del año que viene.

Más de 300 personas fueron detenidas este sábado, Día de la Independencia en Brasil, en el transcurso de los fuertes disturbios registrados en las protestas convocadas en las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia. Decenas de personas han resultado heridas en los altercados, según la prensa brasileña.

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Brasil

Cuba

Wim Jansen

Periodista

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