Venezuela, la revolución que no fue, Andrés Serbín,
Venezuela es noticia cada día. Crisis social con protestas que adelgazan pero no decaen, triunfo contundente de dos esposas de dos presos políticos en sendos municipios, se devela supuesto plan de la oposición para matar al presidente Maduro, crisis económica que aumenta la pobreza y encarece los precios de la canasta básica.
Requerimos la opinión de Andrés Serbín es actualmente Presidente Ejecutivo de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, CRIES; Chair de la International Coalition for the Responsability to Protect (ICRtoP); Secretario General de la Plataforma Latinoamericana y Caribeña de Prevención de Conflictos y Construcción de la Paz, y miembro de la directiva del Global Partnership for the Prevention of Armed Conflict (GPPAC) (2004-2011).
El Instituto Nacional de Estadísticas, INE, de Venezuela dice que la pobreza creció el año pasado. Otra institución, Datanálisis, asegura que el 76,3% de las «viviendas son humildes», mientras que el 23,7% son de clase media y alta. Las viviendas consideradas humildes se dividen en un 15,5% que son «ranchos», es decir, muy precarias, un 55,1% de «casas sencillas», vale decir, humildes y 5,7% «apartamentos o casas de interés social». La Universidad Católica Andrés Bello realizó una investigación en la que concluye que la juventud alcanzará la adultez con pocas opciones de desarrollo. De los 7.379.438 jóvenes que hay en Venezuela 1.667.470 ni trabajan ni estudian y 773.421 no están buscando emplearse ni emprender y eso los convierte en un grupo vulnerable de exclusión social. La mayoría de estos jóvenes son mujeres.
He aquí un fragmento del análisis de Andrés Serbín publicado bajo el título de, la revolución que no fue: la crisis venezolana y sus repercusiones regionales.
“A la inseguridad cotidiana, la escasez de productos y la inflación desatada se ha sumado un nuevo elemento preocupante en la percepción cotidiana del venezolano – el incremento de la corrupción entre los funcionarios gubernamentales y los altos rangos militares. Según el más reciente Corruption Risk Index, Venezuela está ubicada entre los diez países más corruptos del mundo.
Como consecuencia, de acuerdo a una encuesta de Datanálisis de principios de noviembre de 2013, el 72,6% de los venezolanos tenía una percepción negativa de la situación del país y un 54,9% de los encuestados calificaban las decisiones de Maduro como negativas.
Las estadísticas ponen en relieve sólo la punta del iceberg de la crisis económica y de la situación cotidiana en que se encuentra sumido el ciudadano venezolano y explican las reacciones que han llevado a la crisis política desatada en la segunda semana de febrero en el país, a raíz de las movilizaciones estudiantiles y de la oposición, con sus secuelas de represión, muertes y violaciones a los derechos humanos”.
En la otra orilla el gobierno está preocupado, dice haber descubierto planes de magnicidio y golpes de Estado. La oposición tendría la intención de asesinar a Nicolás Maduro y hacerse con el poder mediante la intriga y la acción de sectores, se supone, de las fuerzas armadas y, según la Fiscal del país, de altas personalidades nacionales y de los Estados Unidos. En tal caso se trataría de sectores desconocidos porque lo que existe en Venezuela es un gobierno cívico militar en el que el sector castrense cobra más y más relevancia a medida que pasa el tiempo. Son especulaciones porque la Fiscal asegura que no puede dar mayores informaciones para no perjudicar la investigación.