El aborto es un derecho fundamentalmente de la mujer
Chile es uno de los siete países del mundo que prohíbe el aborto en cualquier circunstancia. El aborto es considerado en la categoría de “Crímenes y Delitos contra el orden Familiar y la Moralidad Pública”. El profesor emérito chileno Ramiro Molina, académico y fundador del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente, CEMERA, Maestro de la especialidad ofrece una mirada autorizada sobre el aborto.

El Código Penal castiga todo tipo de aborto intencional, así como los abortos causados por un acto violento contra una mujer cuyo embarazo es evidente, sin importar la intención del agresor. La ley castiga tanto al que practica el aborto como a la mujer que lo consiente. La pena por el delito es de tres a cinco años por hacerse un aborto, y de 541 días a tres años para quienes lo practican.
No obstante el aborto terapéutico fue permitido por el Código de Salud entre 1931 y 1989, que posibilitaba el acceso al aborto a aquellas mujeres cuya vida estuviera en peligro, siempre y cuando contaran con la aprobación de dos médicos. En 1989, a pocas semanas de su fin, la dictadura militar del general Augusto Pinochet prohibió el aborto terapéutico. La posición de los legisladores de la ley de 1989 fue que “a la luz de los avances de la medicina hoy en día, el aborto terapéutico no está justificado bajo ninguna circunstancia”.

En consecuencia, actualmente la regulación penal de Chile considera a la mujer y el valor de su vida como bien jurídico, subordinado al feto en gestación. Esta idea se refuerza en la Constitución de 1980, cuando garantiza la protección de “la vida del que está por nacer”, separando esta vida de quien la concibe y de su facultad para decidir respecto del embarazo. Para estos fines se recurre a todos los mecanismos institucionales, incluidos el de la fuerza pública, para proteger la vida en gestación.
El gobierno chileno desea ahora aprobar una legislación que permita la despenalización de tres tipos de interrupción del embarazo, los que son consecuencia de una violación, por la inviabilidad del feto y donde esté en riesgo la vida de la madre.