Desaparecidos en México: sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay memoria
Hace escasos días, el lunes once de enero de este 2016, cinco jóvenes mexicanos de Playa Vicente fueron detenidos por la policía estatal y desde entonces están desparecidos. Sus padres están desesperados. Lo menciono al comienzo porque es el caso más reciente, pero hoy vamos a hablar de uno sucedido hace casi nueve años. Daniel Cantú Irís, un joven de 23 años, egresado de la carrera de Ingeniería Industrial del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS), desapareció en febrero del 2007. El joven se encontraba junto con su jefe Francisco León García, empresario marmolero y su chofer José Ángel Esparza León. El caso de Daniel es uno de los primeros casos de desaparición ocurridos
y denunciados en el Estado de Coahuila.
Cuando los familiares de 21 personas desaparecidas asumieron que las autoridades no resolverían el problema, se juntaron para crear la fundación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila, Fuundec.
Actualmente la organización tiene documentados 290 casos de desapariciones. Ninguno ha sido resuelto hasta la fecha.
Fuundec colabora en las investigaciones de sus casos y pide tres cosas: verdad, justicia y reparación tanto en el Estado como a nivel nacional.
Nuestra entrevistada es Diana Candelaria Iris García, madre de Daniel Cantú Iris, a quien las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado, PGJE, le dijeron haber realizado una investigación durante 18 meses, pero que no tenían ningún papel que avala esa pesquisa.
Es la negligencia y la impunidad el binomio que lleva a los padres y madres de Fuundec a denunciar la inoperancia de las autoridades, a la que debemos sumar la colusión que éstas con el crimen organizado
Diana era mamá durante las 24 horas de cada día. Debió dejar, en alguna medida, la cocina, la plancha, las compras y el barrido para buscar a su hijo. Llevando el dolor dentro pateó el miedo y levantó su voz. Todo lo hace por Daniel, pero también por todos los otros desaparecidos, por amor a ellos. Se rehúsa, con lágrimas en los ojos, que los desaparecidos se olviden, que se pierdan sus rostros y sus nombres. Tenemos que recordar-dice- para el horror no vuelva a repetirse.
Sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay memoria.
Los familiares de los desaparecidos de México necesitan la solidaridad internacional, porque las organizaciones de familiares de víctimas están ahogadas financieramente y son permanentemente criminalizadas por sus actividades en procura de la justicia. Cobra particular importancia este hecho si se tiene presente que el Presidente Enrique Peña Nieto visitara Holanda en Mayo de este año. Diana quiere que los holandeses le pregunten al mandatario por el destino de los desaparecidos, por la severa crisis de los derechos humanos, por la connivencia entre autoridades del Estado con el narcotráfico, por la impunidad, por la injustica generalizada.
Diana llegó hasta Holanda invitada por Brigadas de Paz Internacional. Con el corazón en los labios nos cuenta su historia, su búsqueda y su lucha.