132: más democracia, más justicia y más valores democráticos
Fue inevitable recordar las protestas del 68 con la aparición del movimiento estudiantil 132, en México. Pero se trató de dos acontecimientos distintos, con sus propias especificidades históricas pero semejantes en el anhelo de propiciar una convivencia más democrática en el país.Su principal virtud fue a la vez su mayor defecto: la pluralidad de visiones que convivieron o mal vivieron en el 132.
Carlos Brito ha sido una de las figuras que fungió de portavoz del movimiento. Siempre se dijo que 132 no tenía dirigentes, a lo sumo coordinadores. Repasamos en esta entrevista pormenores y relevancia de uno de los movimientos juveniles más importantes de los últimos años en América Latina.
JZ. Carlos, comencemos con las cosas auspiciosas. ¿Qué se ha conseguido en un año de 132?
Carlos. Creo que el 132 es un movimiento de movimientos articulado por muchas aspiraciones. Hubo una convocatoria dislocada, en muchos sentido y bajo esa óptica hay variados propósitos. Por eso tenemos que evaluar los fines de manera parcelada. Uno de ellos ha sido, desde las primeras declaraciones oficiales, el tema de la democratización de los medios, que necesariamente, aunque no es el único, necesita un cambio del marco normativo. Entonces pasamos de un contexto político de escuchar a legisladores, o a funcionarios públicos, hablando acerca de que la necesidad de detener los monopolios era imposible, inaudito, salvo expresiones de los más marginados, a un contexto donde hoy parece que todo el mundo está de acuerdo y, además, hablando abiertamente del tema.
JZ. El gobierno asegura que quiere una reforma constitucional para encarar ese tema…
Carlos. De hecho ya se declaró constitucional. En buena medida, tanto en las discusiones del Congreso, de las dos cámaras, como en el contenido final, ha estado el espíritu del movimiento, aunque no somos los únicos.
JZ. No son los únicos, pero ustedes se consideran parte de ese logro.
Carlos. Parte esencial por el momento. Finalmente, una de las ventajas del movimiento es acumular energía sobre puntos particulares. En este caso, definitivamente la narrativa no comienza ni termina con el 132, pero sí genera un golpe importante en términos de lo que necesita la opinión pública.
JZ. Ahora vamos a ver como se traduce lo que puede estar en el papel a la práctica real.
Carlos. Eso siempre. Ninguna ley, ninguna reforma es garantía de nada, nunca. Pero puede ser parte del problema como puede ser parte de la solución y si generamos un texto que abone más a ser parte de la solución, mejor. No hay que ser ingenuos. En otra óptica, una de las principales premisas del movimiento 132 es una crítica a la democracia representativa como está planteada hoy, por diseño. Eso abarca muchos temas, pero esencialmente es la manera en que la ciudadanía participa en la toma de decisiones. Surge a raíz de un estigma que está bastante desarrollado, sobre todo en los medios de comunicación, sobre la inactividad política de los jóvenes. Eso, cosido con un tema de indicador económico al que llaman los ‘ninis’, jóvenes que no estudian ni trabajan, crea una carga excesiva sobre una idea de juventud, también generalizada y transversal, de que no nos interesa la vida pública, tanto, que casi casi es una condición necesaria para ser joven. Como una forma de responder al Estado estaríamos hablando de la necesidad de una nueva reforma política, nuevas reglas electorales, nuevas formas de participación ciudadana. Transformación en muchos aspectos, donde necesariamente se involucre la participación de la gente en la toma de decisiones, con una forma de controlaría ciudadana en todo el aparato democrático.
JZ. ¿En eso se ha avanzado?
Carlos. Se está avanzando en términos de discurso. Se plantea como parte de las agendas de cambio de una nueva reforma política, añadida a una que se hizo en el 2011, que hoy sigue sin reglamentar, entonces es letra muerta. Pero poco a poco esto también es parte de un largo trayecto en México, donde cada vez más la ciudadanía juega su rol de contrapeso frente a las fuerzas del mercado y del gobierno. Esa es la transición democrática real y no solamente un cambio del partido en el gobierno. Tenemos muchas piedras en el camino que hemos ido superando y una de ellas, que es muy importante, es el hecho que no toda la juventud esta activa. Una parte de ella sí. Y no solamente eso, es que tiene capacidad de generar un movimiento político importante, en el cual en todo este discurso tendría que ser parte esencial de la vida política. Además, se promovieron los debates como parte de las campañas electorales en oposición a toda la lógica mediática clásica.
JZ. Menciona usted dos hechos significativos. La democratización de los medios y democratización de la democracia. ¿Son los dos grandes temas? Porque si se han logrado, ha sido porque los políticos han escuchado y en este caso, también el Presidente de la republica, sobre cuya figura se construye el movimiento 132, resulta a lo menos paradójico.
Carlos. Hay que decirlo. Finalmente hubo una incidencia electoral. Cada vez se está avanzando más en términos científicos para averiguar en qué medida hubo una incidencia electoral de toda la publicidad de 132. Las encuestas cambiaron, sobre todo, quizás el mayor efecto se dio en la configuración del Congreso. Si tomamos la premisa que la movilización de 132 en el contexto de las campañas electorales, tuvo éxito, todo ello afecta y condiciona toda la figura del ejecutivo, para siempre. Veníamos de un escenario en donde el partido que hoy está en el gobierno iba a tener mayoría absoluta para hacer reformas constitucionales por sí mismo.
JZ. Así es.
Carlos. No es que el presidente tenga que escuchar por su carácter democrático, sino que necesita hacerlo para articularse con el Congreso y, por su parte, la oposición debe utilizar el capital político de la ciudadanía para plantearse un gobierno más efectivo que el anterior. Justamente, ese fue el problema del anterior gobierno, su divorcio absoluto de políticas públicas articuladas con cambios legislativos. Entonces yo no sé, hay que dudar si tiene carácter democrático o no. Lo que sí creo es que él está obligado a escuchar, si quiere tener un ejercicio de gobierno distinto a aquel.
JZ. Pero, hasta el día de hoy, cuando estamos conmemorando un año de la existencia del 132, por lo menos el gobierno ha ganado el beneficio de la duda.
Carlos. De la población me imagino que sí. El beneficio de la duda, en tanto a que, en este caso por ejemplo la reforma de telecomunicaciones, que, insisto, hay que decirlo claramente: la reforma de telecomunicaciones no es, ni está escrita por la letra de Enrique Peña Nieto. Fue construida a través un proceso para legislativo en donde las fuerzas de los partidos decidieron enviar una propuesta en conjunto en la cual el Presidente colaboraba, dando su firma, para ocupar el proceso legislativo.
JZ. …Y en la cual el 132 jugó un papel de reivindicación significativo
Carlos. En distintas rutas. Hay una tendencia muy fuerte de entender a este movimiento con categorías de análisis que parecen anacrónicas. No es un movimiento homogéneo. Es diverso tanto en objetivos como en métodos. Y la línea transversal que los cruza es su participación política en procura de más democracia, más justicia y en oposición a los antivalores democráticos El movimiento nunca-o los distintos colectivos que lo componen, así como la asamblea general, que no es todo el movimiento-nunca se manifestaron contra la persona de Enrique Peña Nieto. No es un tema personal, ni se acaba en él. La manifestación es en contra de la cultura política que fundó el Partido Revolucionario Institucional, que ha inundado al resto de los partidos, desde la oposición de izquierda, hasta oposición de derecha. El tema es que dado que lo que estamos denunciando son antivalores democráticos, ni se reduce a él, ni se ejemplifica solamente en él. Si Enrique Peña Nieto y esta administración en efecto transitan hacia otra forma de valores, eso no termina por romper la cultura política contra la que estamos luchando y eso lo vemos en todos los Estados.
JZ. Cuando Ud. comenzó esta conversación dijo: el 132 es una expresión múltiple desde el punto de vista político e ideológico. Creo que ya va siendo hora de preguntarle a Carlos Brito cual es la suya.
Carlos. Yo me podría definir como ¿reformista. Creo que hay que incidir en términos de política pública, legislativos, asegurar los derechos a través de todo lo que se necesita, que es mucho. Ahora, en términos ideológicos me considero una especie de “socialista liberal”. Creo en la necesidad de las libertades individuales, parte de…
JZ. Responsabilidades sociales…
Carlos. Responsabilidades sociales y veo al mercado como algo necesario. Pero estoy en oposición a la socialdemocracia, en tanto que creo que las soluciones no vendrán del Estado a la sociedad, sino al revés. Es la única diferencia que puedo tener con ellos. Justamente por eso, yo, con una parte importante del movimiento también, insistimos en participar en las gestiones y en el cabildeo en torno a mejorar la reforma de telecomunicaciones. Aclaro, hay una parte del movimiento que dice ‘no’ y decidió alejarse y denunciar eso.
JZ. Aquí vamos a pasar justamente a ese momento. Por supuesto que venía gestándose desde antes, pero hay como una suerte de parte aguas: el primero de diciembre. Allí queda expuesto, desde el punto de vista público, la existencia de, a lo menos, de dos sectores diferenciados y que hoy los medios de comunicación los catalogan de ‘los radicalizados’ y ‘moderados’, para no entrar en clasificaciones peyorativas que también las he escuchado y que no corresponden a una conversación de esta naturaleza. Tan radicalizados están que son partidarios de la violencia. No lo dicen así exactamente, pero dicen ‘todo tipo de expresiones de la lucha popular’.
Carlos. No solamente desde el principio, pero quizás, pasadito el mes de noviembre, se dejó de lado la ruta de organización donde éramos universitarios en solidaridad con la gente de la Iberoamericana y se pasó a una convocatoria más amplia de variadas formas. Hubo quien convocó, por ejemplo, a una primavera mexicana. Así fue. Esencialmente a derrocar al gobierno. Hubo quien convocó a la democratización de los medios. Hubo quien convocó a un movimiento liberal. Hubo un movimiento a favor de la verdad, etc. Eso explica porque es tan diverso. Se puede entender que en los movimientos sociales siempre hay pujas internas, pero en este caso la gama es tan grande porque lo que nos ocupa son estas denuncias de los antivalores democráticos…
JZ. Toquemos el tema de la violencia,
Carlos. En el caso sobre la violencia desde el inicio siempre nos manifestamos pacíficos. Como un principio, no como una estrategia, sino como un principio,
JZ. Así es.
Carlos. Sin embargo, dado que hay un sector importante del movimiento que ve lo que se llama imposición, como un proceso mucho más obsceno y ofensivo, en términos de que ya es algo del que es imposible escapar y que no hay ninguna forma de avanzar en la sociedad civil, ese sector explica estas manifestaciones de violencia como naturales, dada la emergencia… De hecho así la llaman, la emergencia nacional,
JZ. No quiero hacer caricatura de la explicación que usted está dando, pero podría resumirlo diciendo que ese sector es el que piensa que a la violencia del Estado, de una forma natural, para usar sus palabras, se le da respuesta ¿con una violencia juvenil o popular?
Carlos. Sí. Lo ven así, como una forma de violencia legítima. Lo justifican en tanto a decir que el pueblo tiene derecho a remover a su gobierno o a la autodefensa.
JZ. Pero eso entonces nos lleva entonces a la existencia de dos 132.
Carlos. Hay más que esos. También hay que ser muy justos porque en la gente que explica la violencia también hay quienes la justifican. Y dentro de la gente que la justifica también están los que la ven necesaria. Entonces no es algo tan sencillo. Estamos hablando de distintos órdenes, de distintos conjuntos,
JZ. Hay gente también, usted ha nombrado a varios, pero no ha nombrado a uno, hay gente que dice que esa violencia, en alguna medida, es también promovida desde las autoridades, de infiltrados, que avivan el baile de los radicales.
Carlos. Muchos creemos que sí. Cada vez estoy más convencido y desde ese día, que estuve presente, el primero de diciembre, en todos los eventos, uno podía ver gente cambiándose de ropa, todo el tiempo, gente entrando y saliendo en las vallas, con cadenas, gente dedicada a decirle a los que no estaban cometiendo ningún acto de violencia, a invitarlos a ir por allá. Solo se dedicaban a eso. Y además no solamente del gobierno, también de grupos de guerrillas que han estado presentes…
JZ. Agrupaciones existentes…
Carlos. Un ejército Magonista se declaró ese día convocando al centro…
JZ. ¿Ejército cuánto?
Carlos. Magonista. Ricardo Flores Magón, anarquista mexicano del Siglo XIX, es una de las corrientes. También el Ejército Popular Revolucionario, EPR, diciéndole al 132 que se sumara a sus filas. Creo que ha habido muchas organizaciones de todos los espectros, que han querido lucrar con esto. Tuvimos un día incluso que este Ejército Popular Revolucionario y el ex presidente Felipe Calderón, los dos a la vez se manifestaban 132. Un liberal de derecha y una guerrilla.
JZ. ¿No teme Ud. que este tipo de expresiones, aunque sean pequeñas, minoritarias, vayan a servir de explicación mediática para descalificar a todo el movimiento 132?
Carlos. Sí. Yo personalmente creo que desde el primero de diciembre perdimos la batalla mediática. Porque no importa que no sea así. Lo importante no es lo que sea sino lo que parece.
JZ. La percepción…
Carlos. Estando allí presente, el primero de diciembre, escuché gente diciendo, en la calle, viendo lo que acababa de ocurrir, que desearían que nos mataran, nos encarcelaran. Ahí, enfrente nuestro.
JZ. ¿Es posible dar respuesta a eso?
Carlos. No se puede. Ese es el problema. Porque en México, la forma en que está distribuido el consumo informativo, es muy desigual. Ese día primero de diciembre, la twitter era: el 132 hizo todo esto. El domingo, la única comisión de derechos humanos que funciona, que es la del DF, también decía que no había encontrado ninguna violación de los derechos humanos. Nos costó a nosotros, junto con otras organizaciones, mucho trabajo diversificar nada más twitter y en la mitad, solamente con gente que había expresado su deseo de querer informarse. Porque es una cosa que requiere demasiada explicación. Y entonces los que quieren más explicación, con matices, con estas divisiones, con decir…
JZ. Pero Ud. está diciendo, perdone que lo interrumpa, está diciendo una cosa que es preocupante y no solo aquí en México. Es el hecho de que la gente va por lo simple, lo directo y lo breve,
Carlos. Buenos y malos, héroes y villanos…
JZ. De tal manera que si usted requiere de un poquito más de tiempo para explicar, ya comienza con un hándicap, con una limitación.
Carlos. Así es. Quienes sí pueden hacer eso, y de hecho ya lo hicieron, mandaron esa narrativa de ‘estos son los villanos’, ya ganaron. No solamente eso, de que somos violentos, sino también hay un mito de que no tenemos ni idea de lo que estamos haciendo, ni idea de propuestas concretas, no tenemos ni idea cómo evaluar nuestras propias propuestas, en términos de lo que están haciendo las instituciones. Es el mito de que estamos controlados, manipulados, financiera, política y filosóficamente por López Obrador. Una cantidad de mitos que yo estoy seguro, y de hecho cada vez lo hemos asimilado más, que no nos los podemos quitar. Y es algo muy interesante cuando eres un estudiante universitario, un año dedicado a lo que hace cualquier chico universitario y al otro día tienes esto, que estás manchado por una tinta indeleble.
JZ. Me decía hace poquitas horas atrás, una amiga muy querida de México, que aparte de todo lo que hemos conversado, había una porción muy significativa de miedo en los jóvenes.
Carlos. Sí, claro,
JZ. Miedo por lo que pasó el primero de diciembre, pero también miedo por amenazas nada sutiles.
Carlos. Las amenazas han estado desde el primer día. Es más. Cuando ocurrió lo del 11 de mayo en la universidad, a quienes organizaron parte de la convocatoria para ir a protestar, hay que decirlo, la prensa tiene una idea muy pobre de qué provocó lo de la Iberoamericana. En verdad fueron muchos grupos manifestándose, casualmente por razones distintas. Distintos grupo pequeños que coinciden allí. Pero uno de esos grupos, que es el de facebook, que fue el que le dio el pitazo a la seguridad de Peña Nieto, desde ese día está amenazado y desde ese día tuvo que tomar medidas de seguridad importantísimas. Y eso generó toda una estructura de seguridad alrededor de eso. Y muchos de los que iniciaron esto en la Ibero, deciden retirarse por las amenazas. Mucha gente hemos recibido amenazas, sobre todo por teléfono.
JZ. ¿Usted también?
Carlos. Sí, yo sí.
JZ. ¿Por ejemplo?
Carlos. Sobre todo fue junio y julio pasado… ‘que le baje de huevos o le cargo la verga’. Otra de ellas era para narrar mis datos, ‘ya sabemos quién eres y donde estas’. He recibido cuatro llamadas en esos meses. En diciembre recibí otras dos. El 1 de julio, una patrulla del Estado de México sacó una hoja. Teníamos observadores electorales. Entonces a un grupo de chicos que fue amenazado la patrulla le sacó una hoja con las fichas de varios miembros visibles, entre ellos yo y otros tantos, como diciendo: ya conocemos sus líderes. Con datos que incluían hasta los celulares.
JZ. Y todas esas amenazas ¿hacen huella en Carlos Brito?
Carlos. A mí personalmente no tanto, porque vengo pasando problemas más violentos, entonces…
JZ. No me diga…
Carlos. Sí, el Estado Morelos, donde vivo yo, de repente pasó de ser casi un destino turístico a ser un lugar con las más altas concentraciones de secuestro per cápita y asesinatos. Al ser un tránsito entre DF y el Estado de Guerrero – o sea el DF donde está el dinero y Guerrero donde residen muchos narcotraficantes – se hizo una ruta allí, que finalmente detonó en una explosión de secuestros, asesinatos, etcétera. Sobre todo a raíz del asesinato del capo, Beltrán Leiva. En los municipios aledaños a los que yo vivo, estamos hablando de dos secuestros quincenales de gente conocida, asesinatos. Yo me reconozco como víctima, se secuestró a mi hermana, asesinaron a un primo, un tío político…. Toda la gente de allá recibe amenazas de extorsión, para pagar plaza, para tener sus comercios, todos los días. También de una ola de secuestros anteriores, en el 98. Es como que en la familia hemos generado un poco de resistencia a eso.
JZ. Anticuerpos,
Carlos. Anticuerpos.
JZ. Escuchándolo, se me crea una duda existencial respecto a 132. Por un lado hay mucha gente de la calle, que tiene el convencimiento, producto de todos los hechos del 1 de diciembre y del miedo de la juventud, de que se trata de un movimiento agotado, fragmentado, sin futuro posible. Pero escuchándolo a Usted, me da una impresión totalmente distinta. ¿Es voluntarismo o es realidad?
Carlos. Eso depende de lo que entiendas por el Movimiento 132. Por eso digo que hay que organizar los objetivos de manera parcelada. Quien entró pensando en que el 132 era para derrocar al gobierno, fracasó. Que los hay y muchos. Quien entró pensando en una reforma de telecomunicaciones de esta naturaleza, ganó y triunfó absolutamente. Quien entró impulsado por ver cómo era una movilización masiva, hoy está decepcionado, seguramente. Es que la legitimidad va en función de los números. Pero yo creo que lo importante y hay que verlo, de los medios sociales, es que nunca terminan. Inician, les ponen nombres, ciertos objetivos y se ponen a correr en el curso de la historia. En el caso del movimiento del 68, preguntándole a la gente, fue un movimiento que duró tres meses. Fue aplastado por una masacre. Les hemos preguntado: cuándo consideran que tuvieron efectos visibles dentro de la sociedad. Y dicen, no sé. Quizás un nuevo eco fue en el 71, quizás diez años después con la reforma política realizada en el 78. Quizás, ya extendiendo más hasta el 2000, con el cambio del gobierno y quizás nunca. Lo que sí es importante es que el abono al discurso en tanto que la figura presidencial como estaba en ese momento era absolutamente indeseable, está allí y se quedó. Depende de cómo todos nosotros vayamos a digerir eso. El movimiento del 68, por eso, ya vale mucho. Y así son los movimientos sociales, no tenemos forma de saber cuándo somos victoriosos o no y si, independientemente si hoy tenemos o no movilizaciones, si estamos muertos o estamos vivos. Hago una analogía de los movimientos sociales con el conocimiento de la ciencia básica. Realmente saber a qué ritmo, en qué forma se seca la pintura, no sirve de nada. En ese sentido no es útil el conocimiento científico. Lo que sí es cierto es que todo lo útil está basado en conocimiento científico. Entonces, los movimientos sociales por si mismos no son útiles, pero sus actos sí.
JZ. El movimiento 132 desde un comienzo, para darle carácter plural, multifacético, dijo que no iba a tener líderes. Que tenía una instancia máxima que era la Asamblea General. Suena muy bonito. Pero ¿no le parece que también es una gran limitación? El hecho de no tener representantes oficiales, que sean interlocutores para hablar en su momento con las autoridades. De hecho, usted no quiere ser considerado un hombre público y muy visible y líder de un sector del 132.
Carlos. Yo creo que es como querer acusar a un oso polar de no sobrevivir en un desierto. Y decirle que es un fracaso, o que es una desventaja. Yo lo veo de una forma distinta. Es que el no tener líderes, el no querer reconocer líderes o el no ser un partido político, todas esas configuraciones partidistas, eso fue lo que lo hizo posible y eso fue lo que le da naturaleza al movimiento. Independientemente si es una desventaja en lo que tiene que ver con las cuestiones, insisto, bajo una categoría de análisis distinta, pensando que el 132 fuera una asociación política nacional, que fuera una asociación civil o cualquier forma de organización corporativa clásica que necesita interlocución, representación, con objetivos que pueden ser medidos, etcétera, es querer ponerle un zapato que no le horma. No lo creo así. Ahora, hay liderazgos, se generan liderazgos, pero nunca uno es reconocido. Quizás para un proyecto se generan liderazgos coyunturales…. hemos generado esa estructura de valores. Es más, hay una sanción social fuerte sobre eso. Y siempre lo hubo. Lo mismo para el tema del partidismo.
JZ. Usted ha dejado muy claro en nuestra conversación que tiene aspiraciones reformistas, socialistas liberales ha dicho, que es una muy interesante categoría, y ha dejado claro que pertenece a un sector que no comparte, que reniega de la violencia. Si todo eso es así, usted es un firme partidario del diálogo y de la negociación. ¿Me equivoco?
Carlos. No se equivoca. Siempre he creído eso. Sin ser a nombre del 132, porque no se puede hacer este tipo de cosas, como individuos, gente que participamos dentro de esto hemos estado siempre por establecer el dialogo con los distintos sectores políticos, con fines y fobias propias. Las mías, sobre todo con el priismo. Un ejemplo que queda bastante claro es el tema de las telecomunicaciones. Insisto en él, una parte de miembros que hemos participado activamente en el 132, sin hacerlo en nombre del movimiento, decidimos que lo mejor en función de la causa, era presionar para que se incluyeran nuestras demandas. Y lo logramos en muchos sentidos. Alguien decía esto es una lista de Santa Claus. Bueno esa lista de Santa Claus se ha concluido en un 95%. Entonces calificaron eso como una mala táctica política, pedir demasiado. Y hay quien dice no, toda forma de interacción es avalar en sí mismo el sistema. Entonces nosotros creemos que podemos mejorarlo, sin contaminarnos, pero entonces hay quienes dicen sencillamente creen que no. Pero sí, en cuanto al diálogo, interlocución, sobre todo en empujar distintos modos para avanzar a eso que sí queremos, que es más democracia.