Venezuela: que se imponga la razón para evitar que la pasión la destruya
Esta es realmente la primera vez que el gobierno de Venezuela va a las elecciones sabiendo que va a perder. La diferencia, dígitos más, dígitos menos, es de al menos 20 puntos. Lo que el régimen puede conseguir es acortar la distancia pero jamás superarla. Ofrecemos en Radio Media Naranja dos voces autorizadas que ilustran la sensibilidad de los sectores en pugna.
El asesinato, el pasado miércoles, del dirigente opositor de Acción Democrática, Luis Manuel Díaz, ha exacerbado los ánimos. El gobierno habla de ajuste de cuentas entre delincuentes, los opositores de crimen político con nefandos propósitos. Una vida es una pérdida lamentable en lamentables circunstancias nacionales. Pero hay que evitar la exageración para prevenir exacerbaciones que no favorecen a nadie. El crimen es parte del guion obvio cuando la polarización social ha alcanzado el nivel del abierto rencor y odio.
Lo menos evidente es la alternativa que representa la oposición. No existe plena confianza en que adversarios del gobierno puedan encarar con éxito la tarea de restauración democrática, superación de la crisis económica, de la inseguridad, del combate a la delincuencia y al crimen organizado y, especialmente, convencer a los venezolanos que el cambio no va a castigar más a los sectores más débiles de la población y que estará encabezado por gente proba y eficiente.
Son necesidades prioritarias porque la gente va a votar en contra del gobierno el seis de diciembre por hastío, por pauperización individual y colectiva, por cansancio frente a la corrupción de los más variados estamentos del Estado. No hay que hacerse ilusiones, es fundamentalmente Maduro contra Maduro. El gobierno no ha tenido éxito en desviar la atención sobre los países vecinos, cerrando fronteras. Los datos duros son sus peores adversarios: hoy se produce menos que ayer, hay más corrupción que ayer, el dinero vale menos que ayer, la calidad de vida de los venezolanaos es peor que hace cinco años.
Los partidarios del chavismo defienden su militancia con la percepçión de que los pobres y sus intereses son tomados en cuenta. Es ahí en donde radica la fuerza que conserva el gobierno.
Eleazar Díaz, profesor universitario, es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Su palabra es valorada por los sectores afines al gobierno y su prestigio alcanza a otros segmentos de la población. Díaz se inclina, en caso de una victoria de la oposición, por el di;álogo y la negociación. A la vez mantiene su crítica al ventajismo político, por parte del gobierno, de los medios de comunicación que dan escasa o nula voz a las razones opositoras.
“De los 25 medios de comunicación vendidos desde 2009, 52% ha cambiado su línea editorial; 9 han sido adquiridos por personas cercanas a los factores de poder, y del resto no hay certeza de quiénes son sus propietarios”, señala un informe del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela.
Si se impone la sensatez el régimen reconoce el resultado el posible resultado adversos, lo que se espera es que el gobierno se apresure, entre el siete de diciembre y el cinco de enero, a aprobar todas las leyes pendientes y aquellas que puedan reducir los daños de la caída y la pérdida parcial de poder.
El reconocimiento de la derrota conllevaría inevitablemente el cuestionamiento del liderazgo del presidente Maduro. Su sostenibilidad dependerá de la capacidad presidencial para mantener compacto el alto mando militar, su principal valedor.
Lo que recomiendan los analistas, como lo hacen nuestros invitados, es evitar, después del 6D, la tentación de la revocación presidencial. Esa torpe eventualidad podría traer más males que beneficios a la oposición
En todo caso estamos en pleno período de transición, en el eclipse del chavismo pero sin tener claro a dónde se dirige el país.
Ángel Lombardi es profesor y Rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA) desde abril de 1998. Su preocupación fundamental en estas horas es garantizar, mediante el diálogo y la negociación, la gobernabilidad del país y la recuperación democrática de las instituciones del Estado.