Asesinan a periodista radiofónico en Colombia
Las autoridades colombianas investigan si el asesinato del periodista Luis Peralta Cúellar está vinculado con su trabajo. Han ofrecido una recompensa de 21.000 dólares a cambio de información que permita ubicar a los autores del crimen.

Peralta fue asesinado el sábado recién pasado por sicarios en el municipio de El Doncello, en el departamento de Caquetá, a 345 kilómetros al suroeste de Bogotá. El periodista era director de la emisora Linda Stereo, filial de Caracol Radio, y tenía 63 años. Fue atacado junto a su esposa, quien resultó herida.
De acuerdo con la Fundación para Libertad de Prensa, FLIP, Peralta Cuéllar recibió amenazas por sus denuncias sobre casos de corrupción en empresas públicas. Un día antes del asesinato éste anunció su candidatura a la Alcaldía del municipio de El Doncello. Sin embargo, la misma FLIP, después de varias investigaciones, considera que este aspecto no tiene relación con el crimen.

Ya en 2010 fue desactivado un explosivo frente a las instalaciones de la emisora de Peralta. El poderoso explosivo estaba programado para ser detonado a través de un teléfono celular. Es decir, existían intereses que se sentían afectados que deseaban eliminar al causante de esas inquietudes.
Reproducimos aquí la carta abierta a Ernesto Samper Pizano, secretario general de la UNASUR
Bogotá D.C., 19 de febrero de 2015
Señor
Ernesto Samper Pizano
Secretario General
UNASUR
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) es una organización no gubernamental que hace seguimiento a las violaciones contra la libertad de prensa en Colombia, desarrolla actividades que contribuyen a la protección de los periodistas, medios de comunicación y otros ciudadanos que ejercen la libertad de expresión sobre asuntos de interés público en Colombia.
Teniendo en cuenta que la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) tiene como valores fundacionales la construcción de un espacio de integración social y política, se propone a eliminación de la desigualdad, alcanzar la inclusión social, incrementar la participación ciudadana y fortalecer la democracia. Además, hay consenso internacional en considerar el derecho a la libertad de expresión, pensamiento y opinión como requisitos sin los cuales es imposible alcanzar los objetivos trazados por la UNASUR.
La región ha sido constantemente afectada por acciones que restringen la libertad de expresión. Para contextualizar, me permito recordar algunas: En Chile la sociedad estuvo privada de ver la película “La Última Tentación de Cristo” por disposiciones legales y se impidió el acceso a la información relacionada con el medio ambiente sano. En Costa Rica y Argentina, periodistas fueron condenados penalmente por difundir informaciones y opiniones sobre funcionarios públicos. En Colombia, la Fuerza Pública llevó al exilio a un camarógrafo que registró una operación militar contra la población civil. En Brasil, algunos documentos relacionados con violaciones de Derechos Humanos desaparecieron. No estoy citando anécdotas, son hitos a partir de los cuales la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha generado estándares vinculantes para los Estados de la región y, como tal, están llamados a ser un bastión a defender desde la UNASUR.
Uno de los estándares más importantes es la tolerancia a la crítica por parte de funcionarios públicos y de los propios Estados. En este sentido, la FLIP ve con preocupación las reacciones contra del periodista colombiano Vladimir Flórez, “Vladdo”, por una caricatura.
La jurisprudencia interamericana protege de manera clara las expresiones de crítica sobre asuntos de interés público. La Corte IDH ha dicho que “en el marco del debate público, el margen de aceptación y tolerancia a las críticas por parte del propio Estado, de los funcionarios públicos, de los políticos e inclusive de los particulares que desarrollan actividades sometidas al escrutinio público debe ser mucho mayor que el de los particulares”.
Es por eso que en el noble propósito de la integración regional es muy importante que la UNASUR tome lecciones aprendidas sobre episodios que han restringido la libertad de expresión, promueva los avances y contribuya a la reflexión regional frente a los retrocesos en materia de libertad de expresión como en el caso del caricaturista Vladdo.
Confío en que emprenderá acciones en esta dirección y aguardo su respuesta.
Cordialmente,
Pedro Vaca Villarreal
Director ejecutivo
Fundación para la Libertad de Prensa