A San Pedro le encanta pescar almas y peces en las aguas de Coquimbo

La fiesta de San Pedro y San Pablo es de las más destacadas de la cristiandad. Su origen se remonta al primer siglo después de Cristo, en el que ambos, Simón Pedro y Pablo de Tarso mueren, el primero torturado y el segundo decapitado por órdenes de Roma.  Los templos  recuerdan el martirio en ceremoniales. Con el paso del tiempo, en el caso de América Latina, casi todos los países celebran junto a la eucaristía y a las oraciones, el día del pescador, el día de San Pedro, oficialmente el 29 de junio, adaptado según las fechas, porque se trata de un día feriado.

Las fotos de esta nota fueron tomadas, por mi cuñada, Gloria López, en la Caleta los Pescadores, ubicada a pasos del Casino de Peñuelas, en el puerto Coquimbo. el lunes 26, día escogido como el de San Pedro, este 2023. El breve relato se lo hicieron los pescadores a mi hermano Lincoyán y a Gloria.

Solo agrego que no conozco todas las caletas ni los terminales pesqueros de Chile, pero no tengo duda alguna que el mercado de pescados y mariscos de Coquimbo es uno de los mejores en variedad, precio y cordialidad. No es publicidad, es mi experiencia de años en los que he comprado los mejores locos, las lapas más sabrosas y la mejor variedad de pescados.

Lincoyán: “Hablamos con los pescadores y les contamos que harías un pequeño reportaje, así es que nos permitieron tomar fotos de todo el proceso para preparar los sánguches. Fueron aproximadamente 400 marraquetas. Este año, 400 presas de merluza, muchos litros de aceite, fuentes de pebre cuchareado: salsa con cilantro, cebolla, ajo, ají verde, aceite, vinagre, sal y un chorrito de agua fría”.

El comistrajo es financiado totalmente por la Asociación de Pescadores. Es la forma que tiene de agradecer a la clientela la fidelidad anual. Hay en ese gesto gratuito una cuota de simpatía que no busca recompensa, que entrega con naturalidad muy antigua, en la que nada más importa que agradecer y celebrar. Gestos como este nos salvan de tanta mezquindad. Los panes rellenos con pescado se regalan con alegría. Hay que hacer cola (fila) para degustar el regalo.

Los pescadores aseguran que la tradición es centenaria, que ellas y sus abuelas no se acuerdan cuando comenzó.

Los pescadores con los que conversaron Gloria y Lincoyán dicen que los festejos se celebran desde que eran niños. Don Juan Corvetto, descendiente de italianos, dio su número de celular para que le enviaran el reportaje por WhatsApp. Por supuesto que lo compartirá con su comunidad.

La celebración de ese día comenzó con una misa. Luego salieron los botes engalanados, que invitaban gratuitamente a los que quisieran participar en la «procesión marítima». Los botes hicieron un recorrido por la bahía en dirección al norte.

La historia recuerda que si las redes se recogen con peces, será un año bueno para la pesca. En el recorrido, presidía la comitiva el bote con la estatua de San Pedro, la que está siempre en el ingreso a la caleta para proteger a los suyos. No hay mal tiempo, ni maremoto, ni sunami que lo haga cambiar de opinión.

Mito, tradición, fe, celebración. Así se teje la vida de esta gente que vende productos del Pacífico, que prodiga simpatía, picardía, invitaciones y buen humor, día a día, año a año. Si va a Coquimbo no puede decir que estuvo si no camina por los vericuetos del terminal pesquero y la Caleta los Pescadores, si no compra los productos de primera calidad y si no admira, a la salida a los pelícanos que le dan carta de chilenidad al lugar.

José Zepeda

Periodista, productor radiofónico, capacitador profesional.

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