Solo si entendemos la soledad sabremos que hacer con ella. El sendero de la autoreflexión

¿Qué es la soledad? Sentirse solo ¿es la soledad? ¿Se trata de algo ineludible en la condición humana? ¿Siempre se sufre en la soledad? Estas son pocas de las muchas preguntas que podemos hacernos sobre la soledad. La filósofa y ensayista holandesa Marjan Bouwmeester ha escrito un libro para intentar respondernos, El cielo vacío. Una filosofía de la soledad.

Ella se llama en realidad Marjan Slob, si ha preferido para su obra el apellido Bouwmeester es una razón poderosa, un homenaje a su madre que se llamaba así

En 2017 su libro Hersen beest, el cerebro de la bestia, obtuvo el Socratesbeker, premio que desde 2001 reconoce anualmente al mejor autor de filosofía en lengua neerlandesa, siendo ella la primera mujer en recibirlo. Y ahora acaban de concederle el premio bianual J. Greshoff-prijs uno de los más importantes de la literatura de La Haya.

Los miembros de la comisión dicen que: “El cielo vacío es un poderoso alegato para comprender mejor qué es la soledad: no solo un estado mental negativo, sino también una capacidad profundamente humana, un talento, ‘un ejemplo de creatividad’.

El cielo vacío, editorial Siruela, colección El ojo del tiempo, con la excelente traducción de Carmen Clavero, es una escritura de sentimientos y pensamientos. No es un trabajo académico. Marjan recurre a los pensadores, a los novelistas, a los músicos, a los pintores para hablar de la soledad en los términos más concretos posibles. Es un esfuerzo que contesta con éxito a aquellas críticas que acusan a la filosofía de ser un conjunto de reflexiones demasiado abstracto. Nuestra autora es del parecer totalmente contrario a ese supuesto.

Comencemos con las definiciones para entender lo que usted quiere decirnos. La soledad es un sentimiento, no una emoción. Y esta diferencia es decisiva, ¿por qué?

Si escribes un libro, tienes que partir de una determinada definición. Y para lo que quiero decir sobre la soledad, la diferencia entre una emoción y un sentimiento es muy importante. Una emoción es algo que simplemente le sucede a un cuerpo. Tu historia, tu entorno, tus creencias, todo eso tiene mucho que ver con las emociones.

Un sentimiento es un tipo de emoción mediatizada. Hay una especie de línea que va de emociones muy básicas, como el miedo en el que te sobresaltas de una amenaza directa hasta sentimientos sutiles, como la melancolía. En algún punto intermedio está la soledad. Entonces no se trata de una emoción primaria, como el odio. Y es importante aclararlo porque eso también te permite dejar entrar a la cultura, a las creencias y a la personalidad. Todo tiene que ver con aquello en dónde se experimenta la soledad. Asimismo, tiene que ver con cómo eres y cuál es tu historia.

Yo necesitaba la aclaración de la diferencia entre emoción y sentimiento para decir algo interesante sobre la soledad.

Las capacidades de reflexión y autorreflexión son las condiciones sine qua non de la soledad

Hay dos ideas en su obra El cielo vacío que reclaman explicación. Dice la primera: “La soledad es una capacidad profundamente humana: la de sufrir por algo que no existe”. Creo que entre los sufren habrá varios que no estarán de acuerdo con usted, porque experimentan la soledad como algo muy vivo.

Claro que no quiero decir que sufres por algo que no existe. En absoluto. Tengo una suerte de vergüenza, porque como filósofa hablo de la soledad y sinceramente lo hago con buenas intenciones, porque busco tomar contacto con personas que sienten una profunda soledad. Yo misma la he sentido de vez en cuando en mi vida y, sin duda, todavía me alcanzará, pero en este momento no me siento muy sola. Entonces, aunque suena un poco pedante, un poco condescendiente, no me refiero a eso en absoluto. No quiero decir que no haya personas que se sientan profundamente solas de una manera que ante todo requieran simpatía, compasión y ayuda.

El doblaje de este video ha sido posible gracias a la colaboración de Ana Karina Robles y el equipo de TV de la Universidad de Colima, México.

Pero como filósofa he querido analizar en general qué es la soledad, y he llegado a la conclusión, después de pensar, de lo que leo, lo que escucho decir a otros filósofos que realmente la soledad aparece si sientes una falta de conexión y sufres por ello. También si padeces por falta de algo, que no sabes qué es. Eso es complicado, porque tienes que poder imaginar algo que no está ahí.

Si tengo hambre sufro por la falta de comida. No tengo que darme cuenta para sentir hambre. Está ahí, es inmediato. Pero la soledad es diferente. No puedo sufrir la soledad si no tomo conciencia de que en realidad anhelo la conexión y sufro cuando estoy sola. Eso es en realidad lo que trato de decir para obtener respuesta a ese sentimiento.

Echas algo en falta. Me atrevería a decir que ese algo que has perdido es la llamada de tu mundo interior.

Marjan Bouwmeester

La segunda frase: “Esta sociedad no tiene espacio para los que quieren estar solos”. Los regímenes autoritarios intentan siempre aislar a los seres humanos para impedir que se rebelen en conjunto y amenacen su poder. Divide y vencerás.

Lo entiendo si sé que salió al exilio del Chile de la dictadura. Como holandesa, nunca experimenté algo parecido. Lo que realmente me interesa ¿no es precisamente lo fundamental que no se le permite la libertad en un régimen autoritario? No se puede tener un pensamiento propio, no debes guardar secretos porque son una amenaza para el estado. Creo que esa es una forma de soledad en la que de lo que se trata es de averiguar qué es importante para ti, y esa es una forma de soledad políticamente muy explosiva para los regímenes autoritarios, porque buscas nuevas formas de entender lo que te importa. Me imagino que en regímenes autoritarios eso es algo muy peligroso. La privacidad es lo que hay que proteger. Lo que le pertenece solo a uno aun en las peores condiciones.

A veces pienso que los reclamos para impedirle a cualquier autoridad o instancia el acceso a tus datos personales más íntimos, no son un simple lloriqueo, una queja cualquiera, sino la necesidad de proteger ese espacio del mundo personal e interior sin ser castigado por ello.

El Cielo vacío está lleno de alusiones a escritores, pintores, músicos, como si la literatura y el arte pudieran explicar mejor y de forma más convincente a través del relato el tema de la soledad.

En parte tiene que ver con mi convicción de lo que constituye una buena filosofía. La filosofía tiene a veces una pequeña desviación a volverse abstracta. Y es precisamente importante con un tema como la soledad, que sea una alusión al mundo verdadero, pleno de detalles y experiencias concretas. Eso se encuentra en la literatura, en las novelas, en las películas, en las historias de los amigos, en mis propias experiencias.

La característica del arte y la literatura es que tratan de una sola historia y por eso se precisa buscar diversos relatos y sistematizarlos, concatenarlos, que es lo que hace la filosofía.

Lo esencial es que el resultado de esa sistematización sea real y que conecte o resuene en las personas que pasaron por la soledad. Pensé que podría hacerlo mejor tomando ejemplos de las artes que solo usando solo la filosofía abstracta y sistemática.

La segunda razón por la que me gusta recurrir a las artes es porque los artistas en particular crean obras originales en un espacio solitario. Soy un poco reacia a las encuestas que preguntan a la gente en general si te sientes solo y, de ser así, te piden que califiques tu soledad del uno al diez. No es que sea una tontería, pero eso no te da mucho de la realidad por dentro, que es lo que la filosofía busca. La literatura y las artes están más próximas a mis propósitos.

En 1929, Virginia Woolf anhelaba en su diario poder describir “como canta el mundo real” cuando desciende en silencio a ,a “soledad interior”

Necesitamos armonía entre lo público y lo privado. Entre el exterior y nuestro yo mismo. Se podría decir que todo desequilibrio severo en estas instancias conduce a la soledad. Tratemos el caso separadamente.

Sí. Mientras tienes deseos de comunicarte con los demás y no lo logras, hay soledad. Eso no tiene porque ser una soledad profunda. Quiero decir, que siempre se deja de comunicarse por un tiempo. Quizá todavía no lo llamaría propiamente soledad, pero si sucede estructuralmente y no es lo que quieres, si tienes la necesidad de comunicarte, entonces creo sí hay soledad. Siempre tiene que ver con el deseo. Si una persona no quiere y está contenta sola, puede ser un poco extraño, pero no es necesariamente alguien que tiene soledad.

Algo personal. Tuve una tía con alteración mental que decía que no podía hablarse a ella misma como antes. Que le era imposible conectarse y que aquello la desesperaba.

Oh, qué interesante que ella observase eso. Creo que muchas personas no son buenas para establecer contacto consigo mismas y como se ven obstaculizadas por las distracciones del mundo que nos rodea no son conscientes de la dificultad. Por eso es especial cuando alguien se da cuenta u observa que ya no funciona.

En mi libro, que me tomó un tiempo escribirlo, de pronto me di cuenta de que había olvidado un aspecto de la soledad, y es precisamente el hecho de que ya no se seas capaz de hacer contacto contigo misma. Se trata de una forma importante de soledad. Quizá más doloroso que no poder contactar con otra persona, con tus seres queridos, lo que es doloroso, pero no terrible. Pero si no puedes hacer contacto contigo misma, es muy lamentable.

De hecho, ese extrañarte a ti misma tiene que ver con que muchas personas se pierden un poco a medida que avanzan en sus vidas, cunado la existencia se torna agitada. Por ejemplo, se inundan con obligaciones o preocupaciones, o simplemente se pierden en el mundo exterior, por lo que olvidan que necesitan entenderse a sí mismas. O que ellos mismas se sienten decepcionadas: “oh, yo, ya no me conozco bien, realmente no sé, como que no puedo cuidar de mí misma”. Es una forma de soledad, porque se ha extraviado la conexión consigo misma y con el mundo que le rodea.

Los humanos somos seres enmascarados. Porqué necesitamos una máscara. Para proteger qué…

Las máscaras juegan un papel muy importante en mi libro, y no es solo un mal papel. Creo que efectivamente como los caracoles, necesitas una caparazón para protegerte. Como ese animal diminuto también somos una especie que precisa de una máscara, porque de lo contrario el contacto con la realidad sería demasiado doloroso. Para desarrollarse y convertirse en un ser maduro se requiere dosificar lo que muestras de ti mismo y lo que no. Sin ir más lejos, yo estoy sentada aquí tratando de parecer una autora interesante.

En cualquier caso, lo está haciendo muy bien (Risas)

Una máscara no es siempre una mentira. No se trata de fingir, es jugar tu papel social lo mejor que puedas y para eso hay una cierta forma de hacer que pudiéramos llamar una máscara. Asimismo, pertenece a cierta apariencia, cierta mirada, ciertos gestos. Así que haces lo mejor que puedes.

Y sí, roles y máscaras los uso indistintamente y están ahí para blindarnos de ciertas cosas, para permitir cierto espacio interior o porque piensas: “me siento demasiado vulnerable o no deseo molestar al otro con cómo me siento realmente ahora.

Puede ser una forma de cortesía, una variable de autoprotección y creo que esa es una gran capacidad humana.

Ahora, si te blindas demasiado emerge nuevamente la relación con la soledad. Si te proteges demasiado bien, hay escaso contacto con el mundo.

Si intentas desenmascarar la naturaleza de alguien, solo le harás daño y acabarás con las manos vacías, porque no hay nada que revelar, no hay nada detrás de la máscara. Lo que ves es lo que hay.

Era imprescindible que usted tocara el tema de Dios para hablar de la soledad. Y cree que la humanidad está sola, que no hay nada que pueda explicar más allá del hombre el vacío de la vida, su inmanencia y la ausencia de trascendencia. Porque…

Mi libro se llama El cielo vacío en holandés y eso está lejos. Se refiere a lo que dijo Pascal, el filósofo francés del siglo XVII, quien, que yo sepa, formuló por primera vez la idea de que los humanos somos quizás el único tipo de forma de vida en todo el cosmos que piensa en sí mismo y puede comprobar que está solo. Ese pensamiento, que somos la única forma de vida que piensa en sí misma es una forma de pensar en tu existencia, en la existencia de los tuyos.

El cosmos es inconmensurable con sus planetas y estrellas, donde incluso puede haber otras formas de vida. No sé nada de eso, pero es asombrosa la posibilidad de que esas variables de vida experimenten conciencia de sí mismas. Esa casualidad me parece mínima, lo que supone que todo lo que hemos creado, el arte que hemos hecho para expresarnos puede desaparecer un día. La idea de que la humanidad terminará y no quedará nada, a veces me entristece mucho.

No es lo mismo estar solo (la pandemia, por ejemplo) que padecer soledad. Me explico, estuve dos años y medio en un cárcel de Pinochet. Unos de los efectos secundarios es que no tengo problema en compartir amena y entusiastamente con gente, pero después de una hora y media a lo sumo, quiero volver a estar solo. Sin dolor, sin pesar. Solo para disfrutar el silencio, leer. Paz.

¡Que interesante! ¡Y eso lo ve por estar tanto tiempo en la cárcel!

Sí, creo que hay ciertos momentos en cada vida que son definitivos. Después de ellos eres una persona diferente,

Aunque también le aportó algo. Cosas malas, pero algunas buenas. Quiero decir que le ha enseñado a estar solo.

A mi también me gusta estar sola, es parte de una escritora que a menudo vive en su propio mundo de pensamientos y tiene que tomar eso en serio, atreverse a concentrarse en si misma. Sí, nuestra exreina holandesa Wilhelmina (reinado entre 1890-1948) quien escribió en su auto biografía: “En solitario, pero no sola” Ella fue una mujer fuerte en un tiempo cruel. Tenía mucha gente a su alrededor, pero se sentía sola a menudo, lo que indica que puedes estar sola en medio de la gente.

Pero otro lado también puedes sentirte muy bien cuando estás solo. Muchas veces es agradable no tener siempre a los otros a tu alrededor, lo que es muy agotador y te distrae de las cosas que quieres hacer. Por eso creo que es un malentendido de que las personas que a menudo están solas tienen soledad. No es verdad.

La política tiene como objetivo fomentar la compañía para las personas que pasan mucho tiempo solas, y se olvida de verificar si ellas realmente se sienten solas.

La soledad es mucho menos espontánea que el estar solo. Es un sentimiento complejo que requiere cierta distancia para interpretar y evaluar tu destino…

Se dice a menudo que la soledad se acrecienta por dos factores: el individualismo y el egoísmo.

Lo dudo, no puedo probar que no lo sea, porque no hice ninguna investigación empírica, no estudié el cómo ni el porqué. Pero he leído algunos informes y lo que muestran es que la gente del norte de Europa que está más a menudo sola, principalmente en el invierno, cuando la oscuridad es larga y los días son más cortos, no reciben muchos visitantes. Así que esas son las sociedades individualistas por excelencia, pero no se asumen como imbuidos por la soledad. Por el contrario, en la antigua Europa del Este, en los antiguos países comunistas la gente reconoce que hay más soledad.

Y en cuanto a ese egoísmo, creo que una sociedad neoliberal en la que la gente tiene que verse a sí mismas como una especie de empresa, como un proyecto, por lo tanto, todo éxito y fracaso se deben a su propio comportamiento, esa sociedad puede sentirse aislada.

Usted concluye su libro con un pensamiento hermoso: sólo quienes son capaces de sentir soledad pueden amar y cultivar amistades. Sentirse solo puede ayudar a acoger a los otros.

En realidad, es muy simple: solo cuando sientes el deseo de conexión, puedes abrirte a los otros, puedes invitar al contacto y eso te vuelve tan sensible que aceptas la invitación. Entonces, de alguna manera, sentir soledad también es una oportunidad para relacionarnos. Esa es la parte esperanzadora.

Por supuesto, si has estado solo durante demasiado tiempo y ello ha consumido en gran medida tu existencia, tal vez eso ya no funcione, lo sé.

Pero igual, si reconoces tu soledad a tiempo y por eso es tan importante el autoconocimiento, puedes abrirte y notas el anhelo de conexión. Ello no garantiza nada todavía, pero es el primer paso para hacer algo al respecto. La apertura y el sentimiento de impotencia son reacciones que te convocan a dar pasos en la buena dirección, y es lo que deseo fervientemente para todos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Zepeda

Periodista, productor radiofónico, capacitador profesional.

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