¿Nos mira?
Helio, Horus, Huitzilopochtli, Aditiá, Xué, Inti, y muchos nombres más para nombrar al dios sol, deidad de muchas culturas. No es para menos, la vida en la tierra es posible gracias a su presencia.
Desde los primeros tiempos el sol ha tenido a adoradores. Sus rayos de luz después de una tormenta, su luz alumbrando a través de los árboles, su imagen reflejada en las aguas del océano durante el crepúsculo, convocan el éxtasis de mucha gente. Sucede que el cielo crea de vez en cuando fenómenos curiosos que provocan admiración. Estas tres fotografías, por ejemplo, tomadas desde el balcón de mi departamento en Soest, Holanda, en instantes del amanecer de un día jueves, son, a lo menos llamativas. Ahí se las dejo…